Que un alto nivel de apalancamiento es peligroso es bien conocido por la mayoría de la gente, pero no es raro obtener beneficios espectaculares con una cuenta de alto grado de apalancamiento, así como no es inusual lanzar una moneda y obtener cara 3 veces en fila durante una competición de sello o cruz. La triste realidad es que incluso esos beneficios espectaculares es muy probable que sean borrados si el comerciante sigue haciendo apuestas que utilizan un alto apalancamiento, como hemos examinado en los artículos anteriores sobre estrategias de juego en forex. La incapacidad del empresario para deshacerse de un alto apalancamiento después de un combate de operaciones con éxito tiene que ver con un concepto llamado “presunción de apostador” .La  vanidad del jugador no es causado por un alto apalancamiento solamente, pero nos limitaremos nuestra discusión de este tema al alto apalancamiento solamente, ya que es tan común entre los comerciantes.

Muchos de nosotros tenemos ese genio junto a nuestros oídos que nos susurra todo el tiempo que arriesgar en exceso no es un problema, porque somos lo suficientemente sabios como para salir de una apuesta arriesgada al tiempo que se ejecutan las ganancias. El alto apalancamiento puede estar mal, la subcapitalización puede ser peligrosa, pero nuestras entradas hasta ahora han sido rentables, y tan pronto como las ganancias o pérdidas se disminuyen por estar registradas, cerraremos nuestras posiciones y salimos del juego, ya sea con tarjetas o juegos de azar o jugando con forex.

Es muy convincente. Después de todo, ¿por qué uno quiere correr el riesgo de perder los beneficios de una práctica de riesgo como alto apalancamiento? ¿Qué sentido tiene seguir practicando una estrategia perdedora incluso después de que sus beneficios se han reducido a la mitad por una serie de pérdidas?

Muchos traders principiantes que hacen un montón de dinero al azar en el mercado de divisas en un período corto de tiempo están convencidos de que es su método, estilo, actitud que hace que las grandes ganancias posibles. Por otro lado, la experiencia y el conocimiento poseído por un comerciante al inicio de su carrera son insuficientes para practicar el autocontrol o el empleo de métodos de manejo de dinero con éxito. Así, en muchos casos (pero no siempre), la duplicación o triplicación de la cuenta de un nuevo operador es sólo un hecho fortuito, independientemente de las justificaciones que el comerciante utiliza para explicar su situación. Es más, incluso en el caso de un gran éxito,  en un comerciante muy disciplinado, las ganancias ocasionales muy grandes no son en absoluto un signo de una mayor eficiencia o una mejor comprensión: No hay nada de extraordinario en los extremos ocasionales en la carrera de un comerciante. En lugar de enfatizar demasiado en ellos, y pensando en lo que hizo bien o mal para merecer esas grandes ganancias o pérdidas, el comerciante experimentado procederá a su evaluación por lo que son: anomalías estadísticas en las que no puede ser ni una carrera, ni una estrategia comercial basada.